PRÉSTAME TU PENA
Por Elba Gómez

Préstame  tu pena niña
para formar un poema
que de amores se componen
los más exquisitos versos.

Si me la prestas mi niña
haré de tus angustias coplas,
rimas de tus soledades,
cadencia de sus ausencias,
y de los sueños truncados
tendrá que surgir la métrica.

De engaños y sinsabores
los dolorosos sonetos,
haremos décimas de liviandades
y del desdén madrigales.

En triste metáfora caben;
la palidez de tu rostro,
la eterna noche en vigilia,
la austeridad de palabras
y la orfandad de tus días.

Préstame el recuerdo de sus manos,
de tus súplicas a la luna, de su respirar,
de tus alas rotas, de su pasión retadora,
de las alegorías que sin recato escribiste.

Préstame también tus ojos,
espejos cuajados de temores,
tus ojos, ayer  tan amados,
hoy, de frente y contra el viento
de elegía son pregones.

Endechas pudiera ser
si me prestaras tu llanto
que los lamentos florecen
con lágrimas y quebrantos,
que perlas debieran ser
en su añorado regazo.

Alejandrino perfecto
catorce rosas bermejas,
que en ocre cama de letras
amorosas e inertes esperan
la dulce caricia al recuerdo
y cada noche, un tibio beso.

Y aquel secreto prontuario
donde con fuego firmaste
las veleidades excelsas
del cíngulo que con fervor ceñiste.

Más si el alivio arribara
por potestad del Eterno,
antes que llegue el sosiego,
préstame entonces mi niña,
para escribir un poema,
tu inmensa pena de amores.

Elba Gómez.