SOÑÉ A NORBERTO VENEGAS
POR JUAN RAMÓN ÁLVAREZ
Los Ángeles 5 de octubre del 2015. Ayer me di cuenta que Norberto Venegas el regidor municipal en el ayuntamiento de Tepatitlán fue asignado a la Comisión de Honor y Justicia. “¿Honor y Justica”? Me pregunté y bueno, quizá por eso anoche tuve un sueño raro. En retrospectiva concluyo que necesariamente tuvo que haber sido lo que leí en la página de Facebook de Comunicación Social del supremo gobierno de Tepa, lo que me disparó mi visión nocturna.
¿De qué se trató mi aparición? Repito que es raro pero mientras dormía vi a Norberto que hacía una propuesta en la junta de cabildo y decía “hago una moción para que se investigue a la administración pasada de la cual fui el secretario general, sobre todo para que a fondo nos hagan cuentas a Jorge Eduardo, a los Pumas e incluso a su servidor para que el pueblo al que amo, se dé precisa cuenta de lo que pasó con el escándalo de la terminal de autobuses y tantas otras movidas que cubrimos a piedra y cal.”
El resto del cabildo se quedó con la boca abierta escuchando la proposición del otrora candidato a presidente municipal por Acción Nacional, pero él continuó “quiero convencer a los ciudadanos que la cruda práctica de nepotismo que hicimos, ya que empleamos a docenas de parientes cercanos, que todo eso me hace arrepentirme. Ahora que estoy en la Comisión de Honor y Justicia, necesito expresar que además de un confesor, necesito expiar de alguna forma mis pecados de todo lo que me forzaron a hacer Jorge Eduardo y los Pumas aunque en honor a la verdad, jamás ninguno de ellos me pusieron alguna pistola en la cabeza.”
Norberto continuó hablando e incluso expresó que hacía unos años cuando él fue el líder del comité municipal de Acción Nacional, le había pedido a su compinche Cesar que escribiera algo para publicarlo en un semanario local y que su amigo lo hizo con mucho gusto pero él, Norberto, lo había firmado. Quizá por ello el regidor agregó “ahora veo que esa aparente inofensiva acción de mi parte, fue una tremenda falta de ética además de una violación al más elemental honor individual.”
El milpillense les platicó a todos los ahí presentes que el semanario de Tepa le había cobrado un “chayote” de ocho mil pesos por publicar lo que él había firmado aunque lo hubiera escrito Cesar. “Pero,” les dijo “mi intención era que los lectores me tomaran como alguien que sabía expresarse en forma escrita y que de esa forma pronto se fijaran en mi para que posiblemente me consideraran para ser candidato a presidente municipal. Ahora veo que eso deja mucho que desear y que una persona de honor, sencillamente no hace eso, no firma algo que no escribió y mucho menos coopera para la corrupción de los medios informativos.”
Me hubiera gustado seguir viendo y escuchando al regidor que había de pronto abierto su corazón y su alma de forma tan sincera y con todos los güe…nos deseos en la mano. Algo pasó pues la voz del panista se empezó a escuchar más y más tenue en el recinto del pueblo hasta que de pronto ya no se entendió. El hacedor de leyes municipal solo movía la mandíbula pero sin decir palabra alguna. Un servidor le quiso decir a Norberto que ya era imposible entenderle pero algo me impedía hablar. Me frustré en forma muy marcada y eso obviamente me forzó a despertar. Ese fue mi sueño de Norberto.