EL CHAN EN LA MITOLOGÍA DE MEZCALA
POR JUAN RAMÓN ÁLVAREZ

Cuando este servidor era un niño (ya llovió) me encantaba ir a bañarme y nadar a los arroyos cerca de la capital del mundo, Mezcala. Cada vez, yo sabía lo que me esperaba al regresar a casa, un soberano regaño de mi madre y las amenazas si me atrevía a repetir la hazaña de irme sin permiso. Entre los sermones de mi mamá, no recuerdo una sola vez que haya faltado la amonestación de que “la próxima vez de seguro me comería el chan.”

Mezcala de los Romeros Jalisco

Mezcala de los Romeros Jalisco

Y no crean, más de alguna vez sobre todo cuando me sumergía para sacar piedras del fondo, recordé las palabras de Doña Juanita Sánchez de Álvarez pero de todas formas me arriesgaba.

Muchas veces le pedí a la autora de mis días que me explicara lo que era “el chan.”  Y observé que la pobre sufría para explicarme y que según interpreté, tampoco ella sabía. Sin embargo me decía que “era un animal muy grande que vivía en las cuevas de los arroyos y se alimentaba de niños que llegaban a bañarse sin compañía de adultos”. A mis preguntas de “¿y qué comen cuando no consiguen niños?” Mi mamá permanecía callada para luego agregar ya molesta “yo no sé.”

En la sociedad de Mezcala de hecho, las muertes por ahogamiento de varios niños que eran más o menos de mi edad, se las atribuyeron al Chan aunque nadie explicaba por qué el pequeño no había sido también devorado por el habitante de las profundidades de los arroyitos.

Obviamente el recuerdo de todo lo anterior me dejó marcado. Con el tiempo le pregunté a mucha gente originaria de otras partes de Los Altos de Jalisco y también tenían memoria de algo parecido, del chan.

Entonces me di cuenta que el  concepto del habitante de las profundidades acuáticas no es exclusivo de Mezcala. Aún más, hace poco y gracias al internet me di cuenta que el Chan tampoco es característico de Los Altos de Jalisco.

De acuerdo al Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana (UNAM), la descripción es un “Reptil mitológico que habita en los ojos de agua, cuevas y otros portales al inframundo.” Y en el mismo libro encontramos que el concepto existe en varias culturas aborígenes de nuestro país.

Pero sea fuere, lo importante es que el ser mitológico que pienso que desafortunadamente ya tiende a desaparecer sobre todo en Los Altos, ayudaba a las madres para que sus hijos no se fueran sin supervisión a nadar a los arroyos.

La mitología es ahora la exposición de los seres (¿imaginarios?) que ayudaron a los humanos en sus diversas labores. Cuando lo que ahora conocemos como tal estudio era algo cotidiano y muy útil, era sencillamente una herramienta para hacer uso de ella.

Mi madre tatuó mi alma con el Chan. ¿Cuánto me ha afectado esa idea para el resto de mis días? ¿Cuánto beneficio me llega gracias a la influencia del Chan? ¿Me ayudará el famoso Chan digamos a escribir o incluso con el resto de mi conducta?

alvarezdmezcala@yahoo.com