EFECTOS DE LA EXPULSIÓN DE JUANITO DE LA CRUZ
POR JUAN RAMÓN ÁLVAREZ
“El pez por su boca muere.” Refrán Popular.
Los Ángeles 30 de septiembre del 2014. El comité estatal de Jalisco del Partido Acción Nacional ya en estos días va a tener que darle entrada a la petición de expulsión de sus filas, del señor Juan de la Cruz Gutiérrez Gutiérrez. Según entiendo, la junta mencionada tenía que esperar a que el nuevo concejo estuviera integrado y juramentado.
El señor Gutiérrez Gutiérrez miembro activo de AN con sede en Tepatitlán, está “en capilla” (antes del fusilamiento) por haber insultado y sobre todo haber dicho falsedades en público, del presidente del PAN de Tepa el señor José Dolores González. Por esa falta, se le hicieron cargos y como pena máxima, se pidió su expulsión del partido.
Según eso, Gutiérrez Gutiérrez dijo en una reunión panista que Dolores había ayudado en la campaña de Cecilia González de Gutiérrez cuando ella compitió para la alcaldía de Tepa.
Si a de la Cruz lo echan del PAN ¿qué efectos va a tener esa eliminación?
Para contestarme, voy a tratar tres puntos para explicar mi especulación. Primero Juanito va a despertar a la más cruda realidad de que sus otrora protectores, los Pérez Martínez, no podrán hacer absolutamente nada por él. Segundo, sus en antaño patrocinadores, se van a sentir no tan mal como él, pero también desprotegidos pues el golpe a Juanito, los exhibe ante el pueblo como a los ya no tan poderosos. Y tercero, el garrotazo dado a De la Cruz, resultará en un gancho al hígado para la campaña de Norberto Venegas Íñiguez.
Vámonos con el primero. La familia en el poder, los Pérez Martínez desde hace muchos años han “colaborado” muy de cerca protegiendo y sobre todo acomodando en chambas del gobierno a Juanito. Claro que eso ocurría cuando los mismos señores controlaban al comité municipal de AN y por ende al ayuntamiento. A lo anterior hay que agregarle que al no estar en este momento el PAN gobernando Jalisco, hay en ellos muchas menos oportunidades para desplazarse a sus anchas como fue el caso hace años.
En otras palabras, De la Cruz ya no puede ser salvado por sus benefactores. Ellos ya no lograrán meter las manos en ayuda de su pupilo. Por lo tanto Juanito despertará de sopetón a la más cruda realidad.
Segundo, la dinastía Pérez Martínez sentirá la frustración de la exhibición que sufrirán por no poder hacer más que “mascar el freno” con la expulsión. ¿A quién pueden apelar? Si apelan a su padrino, al ex gobernador Ramírez Acuña, él ya no tiene el poder en Acción Nacional por lo tanto no lograrán mucho y la verdad, no tienen a quien más acudir. Eso será un duro golpe para todos ellos.
Tercero, la campaña de Norberto Venegas al sentir que ya no existe la fuerza que antes ostentaban sus patrones (la misma familia), se debilitará hasta que muy probablemente desaparezca.
Me atrevo a decir que eso forzará al milpillense a buscar a como dé lugar y sobre todo rapidito, un acuerdo con Chachín. Lo anterior cuando menos le dará la oportunidad a Venegas Íñiguez de mantener alguna chambita en el próximo ayuntamiento.
¿A Juanito se le fue la boca insultando y retando al presidente del comité don Dolores González todo por andar de envalentonado para que lo vieran sus patrones? ¿O quizá solo cumplía órdenes de sus mismos jefes? De ser así, ni modo, el que paga manda.
Pues “haiga sido como haiga sido,” el pez por su boca muere y entonces tenemos que los tres puntos arriba tratados, muy probables serán los efectos que seguirán a la expulsión del protegido de los pumas, don Juanito de la Cruz.
Amigo lector, si usted no comulga con mi opinión, yo quiero conocer la de usted, gracias.