UN LIBRO MISTERIOSO

POR JUAN RAMÓN ÁLVAREZ

Los Ángeles 17 de mayo del presente. Hace unos días de forma muy misteriosa llegó a mis manos un libro. La obra la tomé de los anaqueles del tercer piso de la biblioteca de mi alma mater la California State University campus Domínguez Hills en Carson suburbio de Los Ángeles. Me llamó la atención porque el título decía “Mexican Tales and Legends from Los Altos.” (Cuentos y leyendas mexicanas de la región de Los Altos).

Al texto lo abrí al azar y en la página que me tocó estaba un chiste contado por una persona que al final de la narración según nos especifica el autor, se trata de  “Román Sánchez, Mezcala.” Esta persona que después fue sacerdote, da la casualidad que entonces era seminarista en Guadalajara pero además fue hermano de mi madre.

Me sorprendió mucho pero ya al seguir consultado el mismo libro me di cuenta que efectivamente se trataba de la capital del orbe, Mezcala de los Romero. El tratado es un estudio hecho por un antropólogo americano el doctor Stanley L. Robe, investigador de la University of California campus Los Ángeles (UCLA). La obra se compone de 578 páginas y fue editada y publicada por la misma universidad.

Al principio de cada narración el autor especifica en inglés una pequeña explicación de lo que va a seguir pero lo que los exponentes dijeron al micrófono de la grabadora, es una trascripción fiel y claro, en el idioma de Cervantes.

El estudio fue hecho en 1947 y abarca varias poblaciones alteñas desde Tepa, Jalos, San Miguel, Valle de Guadalupe, Capilla de Guadalupe, Pegueros, Acatic, Yahualica, El Refugio y la ranchería de San Bartolo, sin olvidar el lugar principal, Mezcala.
La exposición nos enseña que el doctor Robe estaba interesado en el folklore alteño sí, pero al final de cada narración hecha por nuestros coterráneos, el autor nos puntualiza en que otras partes más en el mundo se tiene algo muy similar y de hecho cita específicamente los lugares. Incluso en referencia a la famosa carta –Tepatitlán mayo cuatro,- el perito nos dice que él había encontrado algo muy parecido en Cuba así como en las Islas Canarias y procede a citar las fuentes al respecto.

La obra está dedicada al famoso tepatitlense José Cornejo Franco sencillamente porque el entonces director de la Biblioteca Pública del estado de Jalisco, le dio todo tipo de ayuda y  orientación al antropólogo. El mismo autor nos dice luego que durante los varios meses de su dedicada labor, se hospedó en el curato de Tepa y que el canónigo José de Jesús Reynoso, entonces cura de mismo lugar, le brindo una extremada hospitalidad además de explicarle en muchas formas la idiosincrasia de los alteños.

En el mismo tenor de gratitud el doctor Robe, menciona las atenciones recibidas  de manos del entonces presidente municipal de Tepatitlán el señor Antonio Adanz Alatorre quien además de dotes de buen anfitrión, le permitió el acceso al archivo municipal.

De las numerosas personas de Mezcala que le contaron chistes y cuentos a la grabadora del profesor americano,  ya solo quedan vivos según creo, Elvira Rosa Lopez Galindo Álvarez y Ramón Rentería González. Todos los otros mencionados en la obra, ya pasaron a mejor vida entre ellos el famoso Felipe Sánchez mejor conocido como el Brole así como Sarita Castellanos, Celia Álvarez, Margarito Gómez y los demás ahí citados. Supongo que en los otros lugares sucede algo parecido pues –ya llovió- desde aquel año de 1947.

Anacacio mi hijo, se interesó en el libro inmediatamente y encontró que en el portal cibernético de –Amazon,- lo tenían a la venta y claro ya lo compró. Me platicó que en la misma –página electrónica- existen otros cinco ejemplares y ninguno vale menos de cuarenta y cinco dólares digo, por si usted está interesado en adquirirlo mi amigo lector. Pero si usted solo quiere leerlo o consultarlo, lo tienen fácilmente accesible en las bibliotecas públicas de la Unión Americana.

Los cuentos y chistes ahí narrados están definitivamente llenos de entresijos sí, pero ¿qué decir de la forma en que el libro llegó a mis manos espontáneamente eso además de la página en que al azar lo abrí, no es eso también un misterio?
Amigo lector, si usted difiere de mi opinión, yo quiero conocer la suya, gracias.